sábado, 8 de octubre de 2011

Limpiador de ventanas


Resumen

Esta es una mímica en la cual la mayoría de la acción es hecha silenciosamente por una persona. La segunda persona entra al final y hace un comentario para cerrar.

Este drama puede ser efectivo para ilustrar cómo estamos tan preocupados en cómo lucen las cosas por fuera cuando en realidad es lo de adentro lo que necesitamos acomodar. Dios mira al hombre de adentro (1 Samuel 16:7).

Personajes

  • Lavador de ventanas (mimo)
  • Persona

Guión

El mimo entra a escena como si estuviera llevando un balde con agua, el cual pone en el piso al lado de si mismo. Marca con sus manos una ventana frente a él usando un movimiento vigorozo, sosteniendo cada esquina y delimitando los bordes. Esto permite a la audiencia imaginar una ventana. El mimo entonces agarra un trapo del balde y lo escurre. Con movimientos circulares lava la ventana mantiéndose adentro de las líneas delimitadas un principio. Tira el trapo en el balde y agarra un secadorcito de ventana. Luego de pasarlo por la ventana, pasa su dedo por el borde del secadorcito para limpiarlo y sacude el agua sucia de sus dedos. Se repiten estas acciones unas tres veces dependiendo del tamaño de la ventana. Luego de dejar el secadorcito en el balde, se aleja un poco de la ventana con las manos a la cintura para admirar su trabajo. Pronto nota una pequeña mancha así que se pone a tratar de limpiar esta mancha rascándola con su uña. Esto no da resultado así que humdece la mancha con su aliento y la refriega con su manga.

Luego de un corto tiempo, al frustrarse más y más, un amigo entra, ve lo que está ocurriendo y se pone a reir. Luego que el amigo ha controlado su risa, dice: “Nunca lo vas a poder limpiar de ese modo! La mancha está en la parte de adentro” o “No te das cuenta que estás limpiando el exterior cuando la mancha está adentro?” o “La mancha está adentro!”.

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