Resumen
Esta es una mímica en la cual la
mayoría de la acción es hecha silenciosamente por una persona. La
segunda persona entra al final y hace un comentario para cerrar.
Este drama puede ser efectivo para
ilustrar cómo estamos tan preocupados en cómo lucen las cosas por
fuera cuando en realidad es lo de adentro lo que necesitamos
acomodar. Dios mira al hombre de adentro (1 Samuel 16:7).
Personajes
- Lavador de ventanas (mimo)
- Persona
Guión
El mimo entra a escena como si
estuviera llevando un balde con agua, el cual pone en el piso al lado
de si mismo. Marca con sus manos una ventana frente a él usando un
movimiento vigorozo, sosteniendo cada esquina y delimitando los
bordes. Esto permite a la audiencia imaginar una ventana. El mimo
entonces agarra un trapo del balde y lo escurre. Con movimientos
circulares lava la ventana mantiéndose adentro de las líneas
delimitadas un principio. Tira el trapo en el balde y agarra un
secadorcito de ventana. Luego de pasarlo por la ventana, pasa su
dedo por el borde del secadorcito para limpiarlo y sacude el agua
sucia de sus dedos. Se repiten estas acciones unas tres veces
dependiendo del tamaño de la ventana. Luego de dejar el secadorcito
en el balde, se aleja un poco de la ventana con las manos a la
cintura para admirar su trabajo. Pronto nota una pequeña mancha así
que se pone a tratar de limpiar esta mancha rascándola con su uña.
Esto no da resultado así que humdece la mancha con su aliento y la
refriega con su manga.
Luego de un corto tiempo, al frustrarse
más y más, un amigo entra, ve lo que está ocurriendo y se pone a
reir. Luego que el amigo ha controlado su risa, dice: “Nunca lo
vas a poder limpiar de ese modo! La mancha está en la parte de
adentro” o “No te das cuenta que estás limpiando el exterior
cuando la mancha está adentro?” o “La mancha está adentro!”.